“Hemos
evolucionado mucho en la transmisión de la información, pero muy
poco en la formulación de esa misma información. Si decimos que 400
boat people han llegado a
Australia, es una información diferente de si decimos que 400
inmigrantes han llegado a Australia. Alguien ha definido
arbitrariamente
a esas personas como una cosa u otra”.- Tzvetan Todorov-.
“Todo
partido ha de ser ideológico, pero quien luche por la libertad
política colectiva no puede permitirse el lujo de tener o expresar
ideologías, porque una ideología es una idea parcial convertida en
virtud del logos
en universal, en cambio la libertad política no es ideología, y esa
es la farsa. Lo primero que debe de darse es libertad, algo que en la
actual oligarquía de partidos no se da en España”.- Antonio
García Trevijano-.
“La
democracia es la negación de la utopía, el antídoto de la visión
utópica de la sociedad, ya que no busca la perfección y renuncia a
los maximalismos para avanzar hacia la homogeneidad y al consenso y
evitar así las violencias internas”.-Mario Vargas Llosa-.

¿Quién
decide hoy afirmar si en el Congreso de los Diputados un pacto Psoe
Ciudadanos lo forman boat
people, o inmigrantes
buscando en todo caso el bienestar
y un futuro mejor para los españoles?
En otras palabras, ¿quien toma la decisión arbitraria en los medios
de comunicación, de definir dicho pacto de una manera u otra para
influir en la opinión pública?
No
es mi pretensión posicionarme sobre el particular, pero sí de
instalarme en el no-lugar
de la pretendida utopía del adanismo prometido por las izquierdas y
los partidos secesionistas. La democracia es negación de la utopía
porque busca avanzar hacia el consenso, hacia el progreso ético, al
viejo sueño ilustrado kantiano.
Afirma
Juan Luis Arsuaga que fue Darwin y no la filosofía quien respondió
a la pregunta de quién es el responsable de la belleza que hay en el
mundo, de quién diseña la perfección que hay en el ojo de un
calamar. La respuesta de Darwin fue nadie, ni siquiera el azar, sino
un mecanismo ciego, no dirigido, que es la selección natural. Tal
vez Darwin humillara
con
su respuesta a la filosofía, pero se reconcilió con ella
preocupándose por dos cosas: el altruismo y las plumas del pavo
real. A los españoles nos preocupa la falta de altruismo de nuestra
clase política y las plumas de pavo real de quienes apetecen
pavonearse
ostentando gallardía política.


Caminamos
hacia nuevas elecciones, y Rajoy pulverizará el récord de tiempo
como presidente en funciones. Ni altruismo ni plumas de pavo real. El
mecanismo de selección natural de nuestra casta política no es el
azar, ni un diseño inteligente, sino el ego de quienes se
autodenominan servidores públicos. Habrán conseguido en todo caso
como Darwin, humillar
a la filosofía,
aunque parafraseando a Nietzsche, llevan in
nuce su
castigo: todo político aspirante a presidir el gobierno de España
termina convirtiéndose en personaje de comedia.
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