En
la película Calle
Mayor de Juan
Antonio Bardem se recrea una ciudad de provincias de los años
cincuenta en España rodada en Logroño, Cuenca y Palencia en la que
unos amiguetes combaten su aburrimiento existencial gastando bromas
pesadas e idean hacer creer a Isabel, una solterona
interpretada
por Betsy Blair
que Juan se ha enamorado de ella y que le va a pedir matrimonio. A
diferencia de la obra en la que está inspirada La
señorita de Trevélez, Isabel
no es un personaje cómico, sino una mujer de gran sensibilidad presa
de las convenciones sociales, educada para depender de un marido y se siente demasiado mayor para afrontar un cambio radical en su vida
cuando descubre el engaño y medita coger el tren para huir del
escarnio.
Isabel es esa mujer bella, madura,
escondida detrás de la lluvia en el cristal de la ventana sintiendo
impotencia para combatir su destino. La metáfora es válida para
aplicarla a esas ciudades españolas llenas de encanto, con un mundo
interior maravilloso pero que no permiten como Isabel, que se las
haga turismo.
En
Orense entre el 15/12/2017 y el 4/3/2018 se puede visitar con entrada
libre la exposición In
Tempore Sueborum (el tiempo de los suevos en la Gallaecia
411-585) con la propuesta de deconstrucción
en el sentido que le dio al término Jacques
Derrida del estereotipo del bárbaro salvaje
e incivilizado
como construcción de la imagen que legaron las élites intelectuales
romanas de la barbarie
frente a civilización. En definitiva, la inclusión de los suevos
en el Tiempo histórico en lenguaje de Gustavo Bueno reconociendo la
transitividad efectiva de sus procesos culturales, como podemos
contemplar en dicha exposición en sus ritos funerarios y la
acuñación de moneda.
Sarcófago de San Martinho de Dumio.
Con el Edicto de Milán se estableció la libertad religiosa en el Imperio Romano permitiendo la expansión del cristianismo y su estatus de legitimidad; con el Edicto de Tesalónica el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano. Eran tiempos de concilios teológicos que marcaron el rumbo de la Iglesia desterrando el arrianismo que negaba la divinidad a Cristo. En el occidente post-romano cuando suevos, vándalos y alanos se asientan en la Gallaecia, el cristianismo se encuentra en una fase de incipiente implantación conviviendo con prácticas paganas y con el influjo de Prisciliano al que Martín de Braga, el Apóstol de los suevos se encarga de combatir fijando la ortodoxia frente a la herejía. Un debate adelantado en el tiempo entre el teólogo protestante que solo acataba la Biblia en palabras de Marcelino Menéndez Pelayo a propósito de Prisciliano y Erasmo de Róterdam San Martinho de Dumio.
Sarcófago de San Martinho de Dumio.
Con el Edicto de Milán se estableció la libertad religiosa en el Imperio Romano permitiendo la expansión del cristianismo y su estatus de legitimidad; con el Edicto de Tesalónica el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano. Eran tiempos de concilios teológicos que marcaron el rumbo de la Iglesia desterrando el arrianismo que negaba la divinidad a Cristo. En el occidente post-romano cuando suevos, vándalos y alanos se asientan en la Gallaecia, el cristianismo se encuentra en una fase de incipiente implantación conviviendo con prácticas paganas y con el influjo de Prisciliano al que Martín de Braga, el Apóstol de los suevos se encarga de combatir fijando la ortodoxia frente a la herejía. Un debate adelantado en el tiempo entre el teólogo protestante que solo acataba la Biblia en palabras de Marcelino Menéndez Pelayo a propósito de Prisciliano y Erasmo de Róterdam San Martinho de Dumio.
La
muestra nos descubre igualmente cómo la desaparición del entramado
político y administrativo de Roma no se esfuma sino que convive en
la época tardo romana en la Gallaecia de la mano de la implantación
del cristianismo configurándose los ámbitos rurales y urbanos en
el germen de lo que sería la
ciudad medieval.
La
exposición cuenta con visitas guiadas y un ciclo de conferencias de
expertos.
La importancia del evento es sencillamente extraordinaria porque los
suevos fueron el primer reino medieval de occidente, el primero de
los pueblos bárbaros en convertirse al catolicismo y con Requiario
como rey se acuñó moneda en Braga demostrando poder e independencia
frente a Roma. Hemos subrayado la deconstrucción del concepto de
barbarie tal y como nos la legaron las élites romanas reconociendo
su transitividad
en la Historia, subrayado el papel de Martin de Braga como un Erasmo
adelantado
frente a Prisciliano como un Lutero
hereje, y
el papel de la configuración de las zonas rurales y urbanas de los
suevos como germen de la ciudad medieval. Pero doctores
tiene la muestra,
lo esencial es que Orense ya
no quiere llorar detrás del cristal.
Betsy Blair sabe que tiene un mundo interior maravilloso y nos
permite que le
hagamos turismo.
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