Artículo de Carolina Rodríguez Cariño publicado en su blog Mi vida en una maleta.
Recuerdo
de siempre en casa de mis padres la llegada muy temprana del
diario El Impulso. Periódico
fundado en la ciudad de Carora en enero de 1904 y posteriormente
trasladado la capital del Estado (Lara), Barquisimeto, en el año
1919. Es quizás uno de los diarios más importantes de la provincia
venezolana. Y sin lugar a dudas desde sus páginas, día a día, en
estos 18 años ha sido uno de los bastiones en defensa de la
democracia.
Hoy
amanece una noticia que nos quiebra el alma “La edición
impresa de El Impulso circulará hasta el sábado 31 de diciembre por
falta de papel de prensa para continuar trabajando”.
Desde el propio diario lo informa su presidente ejecutivo Carlos
Eduardo Carmona. Son casi
113 años de historia,
que no solo pertenece a nosotros los larenses, sino a toda Venezuela.
El
régimen dictatorial CastroChavista, luego de confiscar y quebrar las
empresas papeleras en Venezuela, se apropió del monopolio de la
importación del papel a través de la Corporación Editorial Alfredo
Maneiro (CEAM). Así pues, actúa como dueño y señor para decidir a
quién y cómo se le dan los suministros necesarios para trabajar. La
idea no es más que ejecutar algo que viene realizando desde hace 18
años, y es el tener la potestad absoluta de la información, desde
la radio, televisión y prensa. Quienes permanecen poco a poco han
ido variando sus líneas editoriales, practicando la terrible
autocensura.
El
problema del “papel” en Venezuela no es nuevo. En Wall Street era
una de las noticias hace meses por la falta de papel higiénico.
Mientras, en aquellos momentos los diarios sorteaban el déficit por
la solidaridad mostrada por sus compañeros desde la vecina Colombia.
También fue noticia internacional cómo circulaban los camiones con
las bobinas de papel a través de la frontera entre los dos países.
El
comunismo ha ido avanzando “a paso de vencedores” a todos los
niveles. Se ha cambiado la constitución de 1961 para implantar sus
propias leyes, se permitió a Chávez (y luego a Maduro) gobernar
bajo decreto, nombrando así su propio Consejo Nacional Electoral,
Fiscal y Contralor. Cambió la Corte Suprema de Justicia por el TSJ.
Pero lo más grave, se han ido suplantando los programas educativos
de los niños y jóvenes, tergiversando la historia que se dicta en
colegios y liceos, que poco o nada se asemeja a lo real. Con nuevos
héroes, e incluso imágenes. Todo en 18 años.
Se
ha entregado Venezuela a los Castro, quienes fungen como una enorme
mafia, un gran cártel que dirige los hilos de diferentes países,
sembrando miseria, porque esa es la idea. Y miedo, mucho miedo a
opinar distinto. Unos Castro que han recibido el apoyo de medio mundo
“demócrata”, quienes asistieron conmovidos al entierro del
tirano Fidel y llamaban presidente al dictador Raúl.
Entretanto,
no se nos puede olvidar la pobre imagen de esa pseudo oposición
quien se sentó en una mesa a dialogar con un régimen genocida. Un
diálogo también manejado desde La Habana. Unos politiqueros de
oficio que ahora parecieran recordar las promesas hechas al
llegar en diciembre de 2015 a la moribunda AN. Esa pseudo oposición
ha pedido paciencia a un pueblo que vive falto de todo, de
comida, medicinas y lo más importante, de libertad.
NOTA: En el 2016 también nos dejó The Independent aunque por muy distintas razones.
NOTA: En el 2016 también nos dejó The Independent aunque por muy distintas razones.
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