Artículo
escrito por Hyskia Valladares en su web
que tengo el honor de compartir con Ustedes con la autorización de
la autora.
Hyskia
es religiosa de Pureza de María, filóloga y periodista.
Pueden
seguirla en twitter: @hyskia
Soy
religiosa de Pureza de María, filól
Denis
Yushin ha dejado a su mujer y a su hija de seis años para
recorrer el mundo con su moto cortando el pelo a cambio de
combustible y comida. Hace falta mucha motivación para lanzarse a
una aventura así. Otros dirán que más que motivación es mucha
necesidad de protagonismo. No sé. No voy a entrar a juzgarle. Lo
cierto es que todo en él es extremo: sus viajes, los peinados, los
cortes que realiza y también los lugares donde lo hace. Corta el
pelo en parapente, en la cima de un volcán, en medio del desierto,
etc. Y siempre lo graba todo con su cámara de acción GoPro. Sube
los vídeos a youtube y los
comparte en sus redes sociales.
El
mundo parece que se podría dividir en dos grupos: La gente que todo
lo comparte en las redes sociales y los que no solo no lo hacen, sino
que además critican a quienes sí lo hacen.
Pienso
que en cualquier caso, lo importante es preguntarnos qué nos mueve a
hacerlo. ¿El deseo de intimidad, la necesidad de protagonismo, un
afán de originalidad, la búsqueda de encuentros, transmitir
cercanía, contagiar una vivencia, compartir experiencias, etc.? No
nos engañemos. Cualquiera de estas preguntas puede estar detrás de
cualquiera de las dos posturas. Lo importante es estar dispuestos a
seguir al corazón y pagar el precio por ello si fuera necesario.
Hay
llamadas de la vida que es imposible no asumir. Aunque es cierto que
es más cómodo ser borrego. Pero la comodidad nada tiene que ver con
la paz, aunque algunos la confundan. Al menos no con la paz de los
vivos, de aquellos a quienes les bulle la sangre y la vida les
reclama inexorablemente. Ser
fotocopia no aporta nada.
Repetir ideas como loros suena a disco rayado. Seguir la moda de
parecer guay
huele a tapadera. Las formas que buscan siempre lo políticamente
correcto me huelen a podrido. Las palabras sin pasión las veo
vacías.
Me
convencen la sinceridad, la naturalidad, la transparencia, la
autenticidad, la vida sentida. Y qué poco encuentro de
eso...prefiero a Denis Yushin que persigue sus sueños, aunque sea
criticable, que a mil cumplidores de su deber que solo viven por
inercia.
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