Artículo
publicado por Javier, más conocido por su marca de bloguero luchador
y políticamente incorrecto: sobrevive, del cual reproduzco
una de sus publicaciones en Diario de un superviviente arruinado
con la autorización del autor.
Si
en este mundo decides leer un periódico, escuchar la radio o ver la
televisión con un cierto espíritu crítico, te puedes encontrar con
muchas decepciones. Si decides hacerlo como si fueras una vaca viendo
pasar el tren, tu cerebro asimilará y no tendrás nunca opinión
propia. Yo procuro hacerlo con un espíritu crítico y juzgando lo
que me cuentan, incluso si el periodista en cuestión es uno al que
yo admire o siga. Uno de los periodistas radiofónicos a los que más
admiraba hasta hoy era a Carlos Herrera, me parecía culto, cabal y
una persona, en general, razonable y de un pensamiento equilibrado.
Hoy he asistido atónito a su exposición radiofónica acerca del
cambio climático y el calentamiento de la tierra, y se me ha venido
abajo la imagen que tenía de él. Lo primero que he pensado es:
"otro que se vende al mejor postor y cuenta lo que le dicen que
cuente".
Ha
estado defendiendo, Herrera, esa versión que dice que por la emisión
de gases, efectos invernadero y terrible acción del hombre, la
temperatura de la tierra subirá no sé cuantos grados, se deshelarán
los polos y subirá el nivel del mar. Bien, yo no pongo en duda que
todos esos fenómenos sucedan, tampoco pongo en duda que hay mucho
marrano y desaprensivo que no respeta ni la casa donde vive, que
también es su entorno, no solo su domicilio. ¿Pero alguien nos
quiere hacer creer que somos lo suficientemente importantes y grandes
como para alterar la evolución climática de todo un planeta, que
está rodeado, además, de un universo infinito, que tiene vida
propia y cuya evolución y continuos cambios climáticos han sido
demostrados a lo largo de la historia? La tierra ha pasado por
grandes glaciaciones y enormes periodos de sequía sin que hubiera
ningún Volkswagen bajo de emisiones, circulando.
Sé
que muchos me empezarán a mostrar supuestos estudios científicos,
gráficos de alguna ONG ecologista o recortes de prensa de algún
gurú de la meteorología, pero yo seguiré pensando lo mismo:
nos están vendiendo una burra. Y esa burra nos la venden, a pesar de
que parezca extraño, justo a los primeros que esos recortes de
emisiones, en teoría, perjudicarían.
El
cambio climático no es más que una historia que nos intentan vender
ciertas grandes corporaciones a las que su negocio se les acaba.
Pongamos como ejemplo a dos de las grandes compañías petrolíferas:
Los Rockefeller que han sido una de las más grandes a nivel mundial,
y Exxon, que han decidido abandonar el negocio petrolífero e
invertir en la llamada energía limpia, en las energías renovables.
¿Y por qué lo hacen? Es fácil, porque el petróleo se acaba y con
él su gran negocio. Como se les acaba ese negocio y empiezan con las
renovables tienen que crear esa gran necesidad en el mundo de
"energía limpia" y ¿cómo lo hacen? Pues hablando del
calentamiento global y fomentando ese discurso con su brazo
ecologista armado que no es otro que Greenpeace.
Tiene
tal poder esta gente que se convocan cumbres internacionales para
hablar de cómo evitar el cambio climático. ¿Y cómo hacerlo? Pues
emitiendo menos gases contaminantes a la atmósfera. ¿Y eso como se
consigue? Pues con energías, supuestamente, menos contaminantes. ¿Y
a quién hay que acudir para que nos surtan de esa energía menos
contaminante? ¡Vaya casualidad! ¡A los Rockefeller!, que encima
cuentan para vendernos eso, con el mejor equipo de ventas que se puede
contar: con Greenpeace, con los gobiernos mundiales y ahora, por lo
que veo, con periodistas de gran y reconocido prestigio y de supuesta
independencia, como Carlos Herrera.
Enlaces:
El
autor en twitter: @jsobrevive https://twitter.com/jsobrevive?lang=es
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