“La
Nación es una idea con fuerza capaz de crear convicciones y de
apelar al corazón y al alma”. -Habermas-.
“El
hombre andaluz no es un hombre coherente. Es un hombre anárquico. Es
un hombre destruido. Es, generalmente, un hombre poco hecho, un
hombre que vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural,
mental y espiritual. Es un hombre desarraigado, incapaz de tener un
sentido un poco amplio de comunidad. De entrada, constituye la
muestra de menor valor social y espiritual de España. Ya lo he dicho
antes. Es un hombre destruido y anárquico. Si por la fuerza del
número llegase a dominar sin haber superado su propia perplejidad,
destruiría Cataluña”. -Jordi Pujol-.
“Gran
numero de maketos parece testimonio irrecusable de la teoría de
Darwin, pues más
que hombres semejan simios poco
menos bestias que el gorila: no busquéis en sus rostros la expresión
de la inteligencia humana ni de virtud alguna; su mirada solo revela
idiotismo y brutalidad”.- Sabino Arana-.
Aviso
para los lectores de Sabino Arana.
El
hombre no procede del mono. La
teoría establece que hombres y monos se derivan de un ancestro común
con forma de mono, y que el hombre surgió a través de una
combinación de factores ambientales y genéticos como una especie
que ha producido la variedad de grupos étnicos que se conocen hoy,
mientras que los monos evolucionaron por sendas distintas. En otras
palabras, el hombre
es un mono que evolucionó en una especie distinta. Recordemos
que la teoría de la evolución descansa en tres pilares:
microevolución
(mutaciones
donde predominan el azar o impactos ambientales), selección
natural (calificada
a menudo como la supervivencia del más apto) y especiación
(los miembros de una especie mutan de tal forma que ya no pueden
reproducirse con otros miembros de la misma especie).
Aviso
para los lectores de Jordi Pujol.
"Para
Darwin, la evolución de la mente humana no difería
sustancialmente de la evolución del cuerpo. Era, por lo tanto, un
proceso lento y continuo, un avance a base de pequeños pasos y mucho
tiempo por delante para recorrer el largo camino evolutivo que separa
al mono del hombre. Wallace, en cambio, simplemente no podía
admitir que las facultades intelectuales y morales del hombre, tan
elevadas, fueran un producto de la evolución gradual, y que nos
hubiéramos ido haciendo seres humanos poco a poco: él veía un
único gran salto cualitativo, que no se podía explicar por una
lenta acumulación de múltiples pequeños cambios. Wallace pensaba
en una causa sobrenatural".-Juan Luis Arsuaga-.
¿Origen
sobrenatural o natural de la inteligencia humana? Es decir ¿creación
divina o proceso evolutivo? ¿Wallace o Darwin? En palabras de
Arsuaga: “la cuestión de si la mente humana surgió de golpe con
el Homo sapiens, o si es producto de evolución gradual, es
una vieja discusión que ya enfrentó a Darwin y Wallace, y para la
que no se sabe si algún día se alcanzará una definitiva
respuesta”.”¿Quién puede demostrar la no existencia de una
causa por medio de la experiencia, cuando ésta no nos enseña otra
cosa sino que no percibimos la causa?” -Kant-
Salvo
que Pujol nos desvele el misterio (si lo contemplamos desde un
punto de vista de creación divina), o el enigma (si lo
contemplamos desde un punto de vista científico), y nos aclare si la
inteligencia de algunos hombres es sobrenatural y para otros hombres
es producto de la anarquía, y dado que para Sabino Arana, el maketo
es una especie de gorila pero sin hacer alusión al color de su
piel, entendemos que el modelo de nazionalismo que propugnan
es simplemente antiespañol. Ahora bien, ¿cuál es el criterio de supremacía para los nazionalistas secesionistas catalanes y vascos? Si nos atenemos a las declaraciones de sus profetas, para Arzalluz es el factor RH negativo de la raza vasca y para los activistas secesionistas catalanes, la lengua: “Plántate para que el catalán sea la lengua común del nuevo país”.
Pero,
1 ¿existe una raza vasca? Según el estudio publicado
por la revista Human Genetics de la Universidad del País
Vasco, coordinado por Ana María Aransay, se concluye que: "El
estudio en cuestión no plantea que exista ninguna particularidad
genética especial en la población vasca comparándola
con otras regiones, ya que los vascos pueden ser tan particulares
genéticamente hablando como lo son los sardos, los orcadianos, los
rusos, etc.", afirma Naiara Rodríguez-Ezpeleta, quien infiere
que: “los vascos son tan diferentes del resto de poblaciones
europeas como lo son aquellas poblaciones europeas consideradas
aisladas; es decir, que Europa se divide en grupos y uno de estos
grupos son los vascos". En otras palabras, población aislada
SÍ, pero existencia de una raza vasca, NO.
2
¿Hay lenguajes superiores e inferiores? Platón consideraba
que el lenguaje había sido desvirtuado por culpa de los poetas
porque habían cambiado irresponsablemente los nombres que el Supremo
Hacedor atribuyó a cada cosa. Los humanistas consideraban que una
lengua era excelente si así lo determinaban los gramáticos y Dante
en su De vulgari eloquentia sentenció que la lengua de los
romanos era la peor de todas porque “son gentes corruptas que
apestan”. Los Ilustrados afirmaban que había lenguas válidas para
escribir y razonar y otras no, y Humbolt pensaba que las lenguas sin
categorías gramaticales explícitas no podían desarrollar
pensamientos abstractos. A partir del estudio de las lenguas indias
americanas, los lingüistas dirigidos por Franz Boas demostraron que
la creencia en la superioridad de las gramáticas civilizadas
era insostenible. Sapir y Whorf afirmaron que la estructura de una
lengua tiende a condicionar la forma en que piensa el hablante de esa
lengua, y que todas las lenguas son aptas para las necesidades de sus
hablantes para comunicar ideas y sentimientos de su concepción de
la vida, por lo que lenguas diferentes llevan a sus
hablantes a pensar de manera diferentes, pero que “cuando se llega
a la forma lingüística, Platón camina junto con el porquero
macedónico, y Confucio, con los salvajes cazadores de cabezas de
Assam”.- Edward Sapir-.
En
cualquier caso, “la productividad semántica es infinita en todas
las lenguas conocidas. Cuando surge la necesidad social, cualquier
lengua puede desarrollar los términos apropiados a la civilización
industrial. Esto se puede conseguir bien mediante el préstamo
directo de las palabras de una lengua a otra (sputnik, blitzkrieg,
garage), o bien mediante la
creación de nuevas palabras basadas en nuevas combinaciones del
repertorio existente de morfemas (radiométrico,
ferrocarril, periódico). Nunca
ha existido una cultura que no encontrara palabras para expresarse,
al menos a largo plazo”.-Marvin Harris-.
De
manera que si ni existe una raza vasca, ni hay lenguajes superiores,
el nazionalismo antiespañol de
los secesionistas españoles catalanes y vascos, solo puede derivarse
del odio y
de la falsificación de la
Historia, porque como
sentenció George Orwell: “quien controla el pasado, controla el
futuro; quien controla el presente, controla el pasado”.
Yo
no me voy a enredar en relativismos, mistificaciones, ni en
conceptos de Nación y de singularidad. Uno ya está cansado de las
pintadas que lee en los viajes: El Bonillo es una Nación,
León solo, Galiza ceive, Cartagena no es Murcia, Catalunya és una
nació, etc. ni en reformas de
la Constitución, ni en federalismos asimétricos, que eso ya sé
dónde nos lleva, es decir a la desigualdad de las personas en
función del territorio español en el que vivan, sino a defender que
una generación de
españoles no tiene derecho a decidir y en definitiva a invalidar el
hecho heredado de generaciones precedentes de permanecer unidos.
Nuestra cultura, nuestras singularidades y diferencias, son un
patrimonio común de todos los españoles, y la Nación española un
bien jurídico que hay que proteger y defender, incluidas las lenguas
de España y sus poblaciones
aisladas.
Fue
Dolf Sternberger quien acuñó el término patriotismo
constitucional
en un artículo periodístico publicado en mayo de 1979 para
referirse al hecho de que se había ido generando un proceso de
identificación colectiva alemana que resultaba novedosa porque se
había formado tras la derrota bélica sin reconocerse en el orgullo
de un pasado histórico. Habermas se preguntaría si no sería
posible un tipo de identidad colectiva inspirada en un proyecto
democrático y en los derechos humanos.
“Dejando
al margen consideraciones de utilidad política inmediata, cabe
plantearse legítimamente si esta forma de patriotismo cívico puede
representar, más allá del contexto alemán en el que se originó,
una modalidad razonable, a la vez que realizable, de entender la
identidad de una comunidad política (...) Es cierto que la
extensión del denominado patriotismo constitucional obedece en su
origen a la necesidad de afrontar la ruptura que una determinada
comunidad política ha experimentado en la continuidad histórica
de sus tradiciones y de su memoria colectiva, tal como sucedía de
manera ostensible en el caso alemán, pero en principio no hay ningún
motivo para negar que un proceso similar también podría generarse
en aquellos casos en los que se ha sufrido la pérdida o simplemente
se carece de un núcleo simbólico y afectivo aceptado por todos los
agentes sociales concernidos. Tal podría ser la circunstancia que
actualmente se da en España (en donde para muchos se
adolece de una falta de símbolos, historias y relatos compartidos
cordialmente por todos los pueblos que la integran) o en la Unión
Europea (una entidad que para muchos estaría aún por construir). En
todos estos casos, el patriotismo constitucional sería un
modo de solventar la falta de un imaginario colectivo aceptado
pacíficamente. Dicho patriotismo ofrecería un nuevo repertorio
simbólico y narrativo capaz de anclar la memoria y la imaginación
política de una sociedad. Aunque con frecuencia se objeta que el
patriotismo constitucional posee las trazas propias de un proyecto
ideológico de laboratorio, lo cierto es, más bien, que constituye
el precipitado final de un desarrollo histórico común en aquellos
lugares en que se ha sufrido en propia carne la experiencia
totalitaria y los excesos inhumanos del nacionalismo”.-Juan Carlos
Velasco Arroyo-.
Si
como afirmó Habermas, “la Nación es una idea con fuerza capaz de
crear convicciones y de apelar al corazón y al alma”, nada mejor
que el doce de octubre, comience el precipitado final del
secesionismo que nos azota. El patriotismo es el último refugio de
los canallas -Samuel Jhonson- pero también es la distinción para
los ciudadanos comprometidos con la Nación y la libertad, entre una
concepción cívica y otra cultural de la identidad colectiva. Si
como sostiene Habermas, la idea de nación tiene que anudar el demos
(pueblo) de los ciudadanos con
el ethnos (gente
de la misma raza o nacionalidad que comparten cultura propia) para
poder estabilizarse como comunidad jurídica,
el
demos
debe pertenecer al ethnos,
es decir, a la Nación española constituida como un Estado de
derecho de miembros
libres e iguales. En
otras palabras, patriotismo constitucional, frente a nacionalismo
secesionista.