Arturo Pérez Reverte en su discurso de ingreso en la RAE quiso abrir el hueco al lenguaje de los rufianes, gañanes, prostitutas, delincuentes y carcelarios en el Siglo de Oro: "Han transcurrido cuatro siglos y esa jerga del hampa, riquísima, barroca, salpicada de rezos y blasfemias, no está muerta ni es una curiosidad filológica".
El
Camino de Santiago comparte con el lenguaje golfaray
riqueza filológica y presencia viva en la lengua. La
RAE admite turigrino como neologismo aunque aún no incluido en el Diccionario.
“¿Cuándo
lo admitirá la Academia? No se sabe. Lo que sí se sabe es que no
podrá oponerse a él. Término que tiene su gracia no ajena a la
nuestra mejor literatura picaresca”.-Fundeu-.
Si
el signo
por antonomasia del Camino es la flecha
amarilla, como términos
categoremáticos
consagrados que
forman parte de su cultura,
nos
encontramos con turigrino
y
hospitalero.
Y como expresión ¡Buen
Camino!
La
flecha amarilla está anudada a la figura de Elías
Valiña; el término hospitalero viene de la Edad Media: Algunas
personas acogen en sus casas a los peregrinos, son los hospitaleros
medievales,
otras donan bienes y enseres participando en una empresa colectiva en
favor de la ayuda al peregrino y como christianitas,
y
había quien regalaba su propia cama para el hospital con
ruego de que se ponga sobre ella su nombre y el peregrino rece un
pater noster por su alma.
Vid
(en cursiva cito a Eliseo Sainz Ripa). El término turigrino
en
mi opinión es de aplicación para aquellas personas que ni hacen el
camino por motivación religiosa o en sentido de búsqueda, ni como
homo
viator.
-Vid-
pero
con una connotación
despectiva
que entronca con la figura del pícaro consagrado en nuestra forma de
vida y en nuestra literatura.
El
saludo jacobeo de ultreia (o
ultreya) et suseia está
tomado del Codex Calixtinus. Vamos
más allá y vamos más arriba era
el saludo de ánimo entre peregrinos. Hoy el saludo comúnmente
aceptado es buen camino.
Herru
Santiagu, Got Santiagu, E ultreia e suseia. Deus adiuva nos. ¡Oh
Señor Santiago!¡Buen Señor Santiago! ¡Ultreia, suseia! ¡Oh Dios
protégenos!
¿Qué
diferencia hay entre buen
camino y
ultreia
et suseia?
Aparentemente ninguno, es una mera forma de transmitir ánimo. Pero
el saludo del Codex
es
un encomendarse
a Dios y a Santiago, y
buen
camino es
un encomendarse
a los pies. En
otras palabras, una desacralización del Camino. Vid.
De manera que podríamos afirmar que
el término turigrino
es el homenaje del
Camino a la literatura picaresca; el término hospitalero
entronca con el concepto medieval de christianitas
y el saludo Buen
Camino es
su desacralización
conforme
a la concepción de la vida de la posmodernidad.
Aludo sin más jardines a la distinción entre caminante y peregrino -Vid.-
porque lo que interesa es el término mamigrina. Con ocasión de un
artículo en el que rendía homenaje a María Josefina Rial Ferro y
narraba la experiencia del encuentro de Peregrinos en Benidorm -Vid-
cuando comenté con Pepe Tonda Martínez su contenido, surgió esa
complicidad con el término mamigrina.
Las lenguas se enriquecen con términos adoptados de otras lenguas,
pero también lo hacen descomponiendo lexemas
y morfemas. Si hay una matriz
en
el vocabulario del Camino sin duda alguna es el de peregrino. Surgen
así de una forma natural turigrino
y mamigrina.
El primero tiene un mayor calado y uso, y el segundo está
en ello.
La
primera vez que escuché ese término fue en Campobecerros (Camino
Sanabrés) en alusión a Dña. Rosario. Fue un treinta de agosto de
2012 en mi etapa A Gudiña – Laza. El albergue de Campobecerros
estaba cerrado para los peregrinos porque lo ocupaban los
trabajadores del trazado ferroviario. Compartí con ellos caldo
gallego y empanada
en el pequeño local habilitado por Rosario para atendernos y darnos
de comer,
y ese
tratarnos a todos
como si fuera nuestra madre, provocó el comentario de uno de los
trabajadores de la obra dirigiéndose a mí en términos cariñosos:
Rosario es una madre, es como si fuera vuestra
mamigrina. El
12 de julio de 2016 haciendo el Camino del Salvador, en mi etapa
Poladura de la Tercia – Pajares, escuché a gente del pueblo
referirse a Marisa igualmente como una mamigrina. En el citado encuentro de Benidorm, Pilar Suárez Barreiro posó como nuestra mamigrina.
Filosofar
es destruir el lenguaje fosilizado, en este caso el de hospitalero, y
por otro lado, si el lenguaje es la construcción artificial del
pensamiento, la experiencia cotidiana requiere de nuevos términos
para conceptualizarla. En palabras técnicas,
el pensamiento contrafáctico
al servicio del lenguaje fáctico;
la
idea al servicio de la vida.
El
Camino lo entiendo como Unamuno, me hace sentir el pensamiento y
pensar el sentimiento. Y el Camino también son etapas.
Empiezas simplemente caminando, te conviertes en peregrino, te
enganchas al Camino y después intentas devolver al Camino lo que te
ha dado. Pero el Camino lo haces con los pies y con las manos de
todas las personas que te prestan su ayuda, y a nuestras mamigrinas,
lo
mínimo que hay que darles es cariño, admiración y
reconocimiento. Que el término mamigrina circule de boca en boca, ya
forma parte del patrimonio inmaterial y oral del Camino por los
méritos de esas madres....¡Ultreia et suseia!
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