En
el foro de Facebook Amigos
del Camino Inglés en un chat
surgieron comentarios
valorando cum laude el
albergue de Delia de Sigüeiro, y tanto por la calidad humana de su hospitalera como por su fecha de apertura, la confundí con María
Josefina Rial Ferro, hospitalera de O
Fogar da Chisca. María José -Delia- me preguntó en qué fecha
pernocté en Sigüeiro cuando hice mi Camino Inglés y le dije que
con toda seguridad (porque tengo mi bitácora de las etapas y caminos
recorridos), fue un 29 de agosto de 2013. Ella
me sacó del error porque abrió en el 2014 y me comentó que tenía que tratarse de María Josefina -Chisca-.
Me
puse en contacto con Chisca,
hablamos,
le envié una foto del grupo que pernoctamos en su casa (aún no
había abierto el albergue) y le conté la historia de aquél
día...nos emocionamos y me sentí agradecido tanto a
los hospitaleros
digitales como a las
mamigrinas:
Pilar
Suárez Barreiro, María Josefina Rial Ferro, María José Pepa
Albergue
Delia, Marisa de Pajares, y otras muchas porque te hacen vivir
el camino
de una forma diferente a como lo hacen los hospitaleros.
El
29 de agosto de 2013 me levanté sin agobio para iniciar la etapa en
Bruma. Caminaba entre lo sobrado
y lo cascado
porque había enlazado mi Camino Primitivo con el Camino Inglés. En
Sigüeiro solo tenía como opción un Hotel desviado del Camino, y
mi determinación era llegar a Santiago (la etapa Eroski era Bruma-
Santiago). De manera que me
lo tomé
sin prisa porque el día tenía muchas horas de luz, no llovía y no
hacía un calor asfixiante. Desayuné en Vilariño y fui el último
en retomar la etapa. Ese día el Apóstol se confabuló para que le
echara pachorra.
Justo
antes de desviarme por la pista forestal y abandonar el asfalto a
unos trescientos metros, llegó Benigno, el hospitalero de Bruma y
detuvo su coche junto a mí. Me dio unas gafas de alta graduación
que un peregrino había olvidado en el albergue. Me comprometí a entregárselas a su dueño y nos despedimos. ¡Qué pedazo
de hospitalero!, vaya mi reconocimiento a su persona.
Aceleré
mi marcha sin cadena
porque tenía que alcanzar a todo el grupo antes de llegar a
Sigüeiro...y así ocurrió....a uno por uno, le fui mostrando las
gafas. Al final logré alcanzar al peregrino, un chico que
estaba haciendo el Camino después de haber terminado su doctorado,
al que Benigno le había hecho igualmente una reparación de urgencia en su bota con cinta de embalaje, y nos reagrupamos en la Casa
do Concello
para sellar.
Entre
el grupo había una chica que caminaba con tendinitis y la etapa se le ponía
muy cuesta arriba. Pero allí apareció María Josefina -Chisca- y
nos ofreció su casa para pernoctar. Era una proposición que no
podía rechazarse con esa amabilidad y hospitalidad con la que
nos trató. Allí estaba como una mamigrina
protectora.
El
cerebro límbico es el responsable de decidir qué es lo que
memorizamos, y las emociones te marcan para siempre. Cuando hablé
con María Josefina le dije que tenía la plena convicción como una
percepción cartesiana clara
y distinta,
de que su hospitalidad para con los peregrinos empezó con nuestro
grupo, pero eso es lo de menos. Lo esencial es subrayar que el Camino en sus
rutas concurridas, imprime una cultura y un ethos: el Camino lo
vive el paisano y el
paisanaje. Pensemos por ejemplo en cómo es el
encuentro con las gentes en el Camino de Invierno, tan diferente al del
Camino Francés.
El
Camino por suerte ha enganchado a personas de toda laya y condición y
proliferan las Asociaciones del Camino de Santiago y Amigos
organizados sin
organización,
sin grupo ni estatutos ni burocracia. Se fomentan quedadas en las
Redes Sociales, y se organizan encuentros como el último
celebrado en Benidorm. Un éxito que hay que apuntar especialmente a Pilar Suárez Barreiro, Fernando Escudero, Pepe Tonda Martínez y Alberto Solana por su magnífica conferencia sobre el ayer y el hoy del Camino de Santiago.
Parafraseando a Anthony
Giddens el carácter
diferenciador que han imprimido las mamigrinas
al Camino junto a este tipo de roadshows
permiten
hablar de la
tercera vía
del Camino.
En otras palabras, llevar al Camino fuera
del Camino.
“La
acción genera estructura y la estructura genera acción”
-Giddens- La acción como práctica social de grupos proporciona la
herramienta de continuidad. Frente a viejos
debates
agotados
sobre kilómetros, compostela, peregrinos, turigrinos,
y
profetas agoreros que vaticinan que
el Camino morirá de éxito, la
tercera vía: encuentros y mamigrinas
reinventando
el Camino entre Casandra
y Clío. Entre la sacerdotisa de Apolo que vaticinaba tragedias y
males; y la Musa de la Historia y la Poesía.
“Como
el arte de profetizar el pasado, se ha definido la filosofía de la
historia. En realidad, cuando meditamos sobre el pasado, para
enterarnos de lo que lleva dentro, es fácil que encontremos en él
un cúmulo de esperanzas -no logradas pero tampoco fallidas-, un
futuro, en suma, objeto legítimo de profecía”- Juan de Mairena.
Antonio Machado-. Mi apuesta por el Camino es un desiderátum donde
mamigrinas,
hospitaleros
y encuentros sustituyan el rumbo que siempre hay que corregir, como
diría Walter Benjamin, para que vuelva la cara hacia el futuro sin
dejarse arrastrar por el huracán del mal llamado progreso hacia su
autodestrucción. ¡El Camino está muy vivo!
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