“Si
Dios tuviese en su mano derecha toda la verdad y en la izquierda el
solo y siempre activo impulso hacia la verdad, y me diera a elegir,
yo caería humildemente a su izquierda y le pediría que me la
diese. La verdad pura se refiere solo a Ti”.- Lessing-.
“La
filosofía se venga de quienes la niegan”.- Eduardo Vásquez-.
Foucault
sentenció que el concepto de Hombre era una idea puramente kantiana.
Sus preguntas: ¿qué puedo conocer?, ¿qué debo hacer?, ¿qué me
cabe esperar?, eran muy complejas y la empresa de hallar respuestas,
homérica. La máxima aspiración en su estrategia de hallar su
algoritmo particular,
condujo a Kant a la senda del conocimiento,
y Hegel posteriormente y en palabras de Carl Smith, se encargó de
llenar de contenido la formalidad kantiana endiosando
a la
razón.
Tal
vez Kant, pese a que Hume le había despertado de sueños dogmáticos,
se dejó en el camino preguntas más sencillas. ¿Por qué
priorizamos en nuestras vidas actitudes absurdas frente a las útiles?
¿Por qué actuamos mediante mecanismos de conductas aprendidas que
siempre nos han llevado al fracaso? Obviamente Kant se defendería
aduciendo que el comportamiento humano es tan impredecible que mejor
apartarlo de debates aéreos,
y que no era de su agrado dejar a los profesionales de la Psicología
con los deberes hechos.
¿Por
qué una mañana de descanso, anteponemos limpiar el polvo antes que
echar un polvo?
¿Por qué nos pasamos la vida sin declarar nuestra atracción por
esa persona que tenemos en nuestro corazón? ¿Por qué no aprendemos
nunca a decir NO? ¿Por qué nos decantamos por una disciplina
universitaria que no es de nuestro agrado? ¿Por qué seguimos
llamando compañero en el trabajo a quien sabemos que nos está
traicionando? ¿Por qué seguimos con la televisión encendida
haciendo zapping
cuando nos aburre la programación? ¿Por qué seguimos votando a la
misma formación política que nos ha decepcionado cada vez que
consigue el poder?
La
lista es interminable como interminables también serían las cosas
que nos llenan de vitalidad y alegría de vivir. Las emociones son la
chispa de la vida
(amor, miedo, alegría, tristeza y rabia). Ahora bien, lo
significativo es ahondar en un hecho: el ser humano como decía Freud
es un ser ortopédico que se apoya en las muletas de los
comportamientos, prejuicios e ideología adquiridos para
vivir.
Por ello igualmente, el anhelo de Weber de crear una ciencia
objetiva, con pura asepsia normativa de valores, resultó infructuosa
y llegó a la conclusión de que no podemos desligar sabiduría,
conocimiento, ciencia o decisión alguna fuera de un marco de
valores.
La
actitud ante la vida del común de los mortales es desarrollar el
hábito de vivir sin meditar, sin reflexionar. El sueño de Kant era
la aspiración de la mayoría de edad, atreverse a pensar, sapere
aude,
que en definitiva es el germen de la Ilustración en la medida en que
implica un proceso que va desde el conocimiento, al uso público del
mismo y a su posterior interiorización en el ser humano. En palabras
de Proust, el viaje más alucinante de nuestra existencia sería
aprender a ver la vida con otros ojos. Si Kant hubiese sido
consciente de la imposibilidad de superar la estupidez tal y como
concluyeron Voltaire, Erasmo de Rotterdam y tantos pensadores, se
hubiese preguntado como R.D. Laing ¿por qué lo obvio es lo que más
nos cuesta ver?
Nuestra
forma principal de adaptación biológica es la cultura -Marvin
Harris-, pero ¿es absurdo y contrario a la razón asumir los roles
que la sociedad nos impone? Auténtica contradicción del ser humano.
La razón, milagro de nuestra existencia y evolución, termina
sirviendo a la sinrazón. En otras palabras, ¿es irracional ser
racional?
Las
paradojas y los paradigmas creados por la cultura, tienen una
especial fuerza en política. La lucha de los partidos por ocupar
los espacios de centro y de moderación para atraer a las masas
sociológicas, se consigue con trampas del lenguaje, prejuicios y
paradigmas sociales. Si cualquier centro ha de ocupar un lugar
equidistante entre dos puntos, ¿dónde se sitúa en política? Yo he
renunciado a realizar
mediciones y
como los viejos lógicos aspiro a la redefinición del término.
Propongo definirlo como la capacidad de llegar a acuerdos y legislar
al margen de la ideología. Como ejemplos podrían citarse el ingreso
de España en la OTAN firmado y suscrito por un gobierno socialista
con una postura claramente contraria (OTAN de entrada NO); la
supresión del Servicio Militar Obligatorio con el gobierno
conservador liberal de Aznar, que era una vieja aspiración de las
izquierdas, y la tolerancia del uso del bikini a las turistas en los
primeros años sesenta en la ciudad de Benidorm con el visto bueno de
la dictadura franquista.
El
progreso no es un flatus
vocis carente
se sentido y contenido fuera de las izquierdas, sino que lleva
implícito un sentido de mejora de la humanidad. Es un concepto con
pretendida racionalización, es la “idea de que toda la Historia
puede concebirse como el avance de la humanidad en su lucha por
perfeccionarse, paso a paso, a través de fuerzas inmanentes, hasta
alcanzar en un futuro remoto una condición cercana a la perfección
para todos los hombres”.-Nisbet-
¿Dónde
queda la pretendida superioridad moral de las izquierdas y los
nacionalismos y su modelo de progreso, cuando se defienden políticas
de desigualdad territorial (federalismo asimétrico), el No al
trasvase del Ebro en favor de comarcas necesitadas, o la negación
del derecho a la escolarización en la lengua vehicular de elección
paterna?
La
estupidez aplicada en política se consolida con paradigmas creados
en la opinión pública apoyados por los medios de comunicación, y
actúan como las teorías científicas. Todo el aparato de la
ideología crea un discurso ad
hoc que
nos instala en un matrix,
de esta forma, un psicópata por ejemplo, es una víctima de la
sociedad o defender los derechos lingüísticos de la lengua española
es de ser fascistas. Cuando determinados sucesos evidencian errores
o conflictos, se interpretan como anomalías, exageraciones o
pretensiones de legislar
en caliente
con las vísceras y no con la razón, pero el dogma no puede
cuestionarse. De igual forma, se actúa con determinados imperativos
de lo políticamente correcto,
como el buenismo o la teoría del cambio climático. Para reforzar la
ideología dominante se invierten recursos en Congresos, y medios de
comunicación públicos para aumentar la difusión del paradigma y
consolidarlo. Si el poder además consigue la PRInización
en
las urnas, llegamos al pensamiento único y excluyente. Los modelos
en España son TV3
y Canal
Sur.
¿Dónde
quedan por ejemplo las opiniones de quienes califican el aborto como
un dilema ético y no como un derecho de la mujer, o la denuncia de
que la cultura de género es pura ideología marxista?
El
año 2015 está siendo y va a ser, un año muy importante en España
en todo lo referente a la política (la acción de gobierno) y lo
político (la esfera social). En las izquierdas y en los
nazionalismos,
lo político, está en manos de profesionales de la política y
secesionistas, y los medios de comunicación por abrumadora mayoría
actúan como paraguas conceptual de sus dogmas y fines. Por el
contrario en la derecha, lo político se reduce a datos económicos y
a una tibia defensa de la Nación con medios de comunicación afines
ejerciendo la autocrítica. El denominador común es cuestionar la
Constitución del 78, mirar de perfil para no hacer cumplir la Ley en
Cataluña, mantener las Autonomías pese a que a la inmensa mayoría
de españoles cuando menos, quieren competencias exclusivas del
Estado en Educación, Justicia y Sanidad, despreciar la separación
de poderes, y mantener la actual Ley Electoral.
Pasado
el 27 de septiembre volvamos a Kant, y llenemos de contenido político
hegeliano
una pregunta: tras las elecciones catalanas, ¿qué?, es decir: ¿Qué
puedo conocer? ¿Qué debo hacer? ¿Qué me cabe esperar? En la
España del 2015 en la que lo político ha sido invadido totalmente
por los partidos, conocer,
solo si te informas en las Redes Sociales y algunos medios libres;
actuar
como ciudadano comprometido, y esperar
que los liberticidas, sediciosos y corruptos no consoliden sus
proyectos. En Cataluña ha habido unas elecciones en las que se
elegía formalmente un parlamento, sentimentalmente una ruptura de
España, y demagógicamente, un paraíso. España,
al igual que la filosofía, se venga de quienes la niegan.
Que Dios nos de su mano izquierda y nos impulse siempre a la verdad,
porque detrás de la verdad están la libertad y el deseo de la
mayoría de los españoles de permanecer unidos.