“La
estrategia que sigue la ética
del discurso
para extraer los contenidos de una moral universalista de los
presupuestos universales de la argumentación ofrece perspectivas de
éxito precisamente porque el discurso constituye una forma de
comunicación más exigente, que va más allá de formas de vida
concretas y en las que las presuposiciones del actuar orientado por
el entendimiento mutuo se universalizan, se abstraen y liberan de
barreras, extendiéndose a una comunidad ideal de comunicación que
incluye a todos los sujetos capaces de hablar y de actuar”-
Habermas-
Desengaño
de las mujeres.
Puto es el hombre que de putas fía,
y puto el que sus gustos apetece;
puto es el estipendio que se ofrece
en pago de su puta compañía.
Puto es el gusto, y puta la alegría
que el rato putaril nos encarece;
y yo diré que es puto a quien parece
que no sois puta vos, señora mía.
Mas llámenme a mí puto enamorado,
si al cabo para puta no os dejare;
y como puto muera yo quemado
si de otras tales putas me pagare,
porque las putas graves son costosas,
y las putillas viles, afrentosas.-
Puto es el hombre que de putas fía,
y puto el que sus gustos apetece;
puto es el estipendio que se ofrece
en pago de su puta compañía.
Puto es el gusto, y puta la alegría
que el rato putaril nos encarece;
y yo diré que es puto a quien parece
que no sois puta vos, señora mía.
Mas llámenme a mí puto enamorado,
si al cabo para puta no os dejare;
y como puto muera yo quemado
si de otras tales putas me pagare,
porque las putas graves son costosas,
y las putillas viles, afrentosas.-
-Quevedo-
Periódicamente
acompañamos de nuevos o renovados propósitos nuestras expectativas.
Son nuestro personal libro
de autoayuda,
o lo que es lo mismo, elección de estrategia para cumplir un sueño
o una meta.
Es
el momento de tomar conciencia de que tal vez sea el aburrimiento
el mayor problema filosófico para el ser humano como afirmaba
Bertrand
Russell.
Y esa es nuestra dosis particular de entusiasmo, de chispa vital. No
necesitamos gurús
que guíen nuestro comportamiento, ese tipo de recomendaciones
termina siendo como el manual ininteligible de instrucciones de
cualquier aparato tecnológico, al que solo con ensayo, error y
manejo, logramos sacarle las prestaciones. Luis
Buñuel
afirmaba, si me dijeran te
quedan veinte años de vida, ¿qué te gustaría hacer durante cada
uno de los días que vas a vivir?,
yo respondería: dadme
dos horas de vida activa y veinte horas de sueños, con la condición
de que luego pueda recordarlos.
Y
es que el sueño tiene que acariciarse en el mundo real, en la vida.
El maestro Frank
Capra
nos lo enseñó en su memorable película Qué
Bello es Vivir.
Eros
frente a Tánatos, las ganas de vivir frente a la muerte como
metáfora de la desidia.
Junto
a los propósitos y metas, cohabitan las transgresiones. Dicen los
gaditanos, que Cádiz es tan vieja, que no hay ni ruinas. Tal vez la
prostitución sea tan vieja, que no haya ni vestigios remotos de su
origen. Sin entrar en consideraciones antropológicas, morales o
religiosas, lo cierto es que es una profesión que sigue
permanentemente vigente. Ada
Colau, ha avivado la polémica con su intención de eliminar las
multas y regular el ejercicio voluntario de la prostitución en
Barcelona y ha provocado la rebelión del Movimiento
Democrático de Mujeres
y de cuatro alcaldesas del área metropolitana de Barcelona:
Hospitalet, Santa Coloma de Gramenet, Sant Cugat y Sant Boi. El texto
firmado por las ediles y el MDM lleva por título: El
libre acceso al cuerpo de las mujeres o cómo Barcelona se convirtió
en el burdel de Europa. En
dicho texto se afirma: “La
prostitución no es el oficio más antiguo del mundo, sino la
explotación, la esclavitud y la violencia más antigua inventada por
el patriarcado para controlar y someter a las mujeres. Por eso nos
oponemos rotundamente a la regulación de la prostitución, como
pretenden sobre todo los empresarios de los prostíbulos que
financian generosamente corrientes de opinión, con el fin de
enmascarar esta tipología de violencia machista. El hecho de que se
pague una cantidad de dinero por acceder a ratos, a trozos y
sistemáticamente al cuerpo de las mujeres, no puede transformar ese
tipo
de comercio sexual en
un empleo al que se le quiere nombrar con el eufemismo de trabajo
sexual comercial".
La
cultura no suprime la barbarie, la perfecciona- Voltaire- y la
prostitución ha perfeccionado sus métodos y sus estrategias de
negocio. Los ejemplos paradigmáticos los encontramos en la
publicidad de los contactos de la prensa y en los
medios de comunicación envueltos en papel de celofán glamuroso.
Escrivá de Balaguer con
mucha ironía afirmaba que los vicios del hombre cabían en un palmo,
el que va del bolsillo a la bragueta, otorgando con ello el estatuto
de primado de la debilidad pecaminosa al sentido del tacto, idea que
se repite en el pensamiento clásico. Quizá la búsqueda de un
cuerpo al que tocar y manosear, tenga su anticipo hojeando un
periódico. Uti et frui, se disfruta de la decisión
intelectiva antes de gozar, palpando esas hojas de papel que
garantizan la información necesaria para obtener el placer que se
apetece. También pudiere ocurrir que la máxima discreción
para con el cliente, que forma parte de la literatura de ese tipo de
anuncio, entienda que la confidencialidad queda asegurada porque
dichas páginas son parte inseparable del diario en cuestión y que
por ello se garantiza el anonimato de quien busca servicios sexuales.
En
palabras del texto aludido de MDM: "De
ahí que debamos cambiar el enfoque del análisis. Porque siempre que
se habla de prostitución, el foco se centra en las prostitutas.
Mientras que los clientes, los proxenetas y las prostituidoras
permanecen en silencio y cuidadosamente invisibles para los focos
mediáticos; aunque curiosamente las últimas, tan escuchadas en
nombre de todo un colectivo, salen también en los medios de
comunicación como terapeutas sexuales y explican con glamur y
normalidad las maravillas de ser puta".
Niels Bohr estudiando las
orientaciones de las investigaciones científicas, utilizó el chiste
del borracho que pierde sus llaves y las busca bajo una farola, no
porque las haya perdido allí, sino porque es ahí donde hay luz.
Dicha metáfora es válida para el tema que nos ocupa: el lenocinio,
la mancebía, el sexo alquilado y carnal, y muy especialmente la
trata de blancas deben conducir a un cambio paradigmático
conceptual: "Llegados
a este punto y dado que gozamos de las mayores cotas de libertad
sexual también debemos preguntarnos qué ocurre con el grupo de
hombres que parecen tener problemas con su sexualidad y necesitan
imponer su jerarquía simbólica a la mitad de la humanidad, las
mujeres, y por eso compran a algunas y nos someten a todas. Ya que la
prostitución no afecta solo a las mujeres prostituidas, sino que nos
afecta a todas porque todas somos potencialmente bienes de consumo
para satisfacer caprichos sexuales" (ibídem).
Llegados
a este punto conviene aclarar algunos conceptos. Hay que distinguir
la prostitución
del acto
prostitutivo.
La prostitución es el alquiler del cuerpo desposeído de afectos
con un fin comercial; el acto prostitutivo es ceder el cuerpo por
algún beneficio no necesariamente material, como por ejemplo los
matrimonios concertados y por interés. También conviene recordar
que la prostitución no hay que confundirla con la promiscuidad.
El prostituyente
(el cliente) puede ser rico o pobre, noble, plebeyo,
discapacitado...y de todo tipo de perfiles psicológicos sin que
podamos hablar de un perfil determinante.
De
cualquier forma, y dado que no podemos ser ingenuos ni optimistas
antropológicos, debemos luchar no obstante para que la sociedad no
tolere la trata de blancas ni la organización criminal en torno al
comercio del sexo. No hablamos de mujeres prostitutas empoderadas
(empowerment)
como concepto de la cultura de género referido a la participación
de la mujer en los procesos de toma de decisiones y acceso al poder,
es decir con plena autonomía personal pero que elige el oficio
porque
le proporciona un alto nivel de vida, una forma de vida o unos
ingresos puntuales para una necesidad concreta. Hablamos de
esclavitud, y en favor de cualquier tipo de esclavitud no vale argumento alguno.
Con
la ética del discurso, Habermas pretendía crear una comunidad
ideal de comunicación,
en donde en el marco histórico y de valores de la sociedad, siempre
exista una operación racional donde prime una argumentación más
racional aún y no una mera argumentación autoritaria o de intereses
de todo tipo. En otras palabras, que los hombres deben superar los
acuerdos fácticos, es decir, los acuerdos por conveniencia.
Es
necesario caminar hacia un consenso
forzado
para
luchar contra la trata de blancas y dejar bien claro a los políticos
que no deben inmiscuirse ni favorecer determinados debates bien por
necedad, bien por interés, que violen derechos fundamentales del ser
humano.
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